Dejar de vivir constantemente en el recuerdo, en el pasado.
Hay personas que se pasan días con ese sentimiento de tristeza albergado en su corazón, sin querer ver más allá. Culpando al destino que una vez les causó un daño, una partida, un dolor o algo por lo que aún ahora, años después, siguen sintiéndose mal y añorando.
La vida no va de esto. Justamente es lo contrario, es aprender a liberar, soltar para dejar ir.
Es fácil vivir así, dejarse llevar por las situaciones sin poner remedio, sin buscar soluciones porque entonces, hay que hacerles frente, ponerles nombre, y reconocer que solamente cada uno, tú, eres responsable de tus decisiones.
Por eso, tantas veces el camino más fácil es el del victimismo.
Sí, por raro que te pueda parecer. Si es tu caso, tal vez lo niegues, pero el día que seas capaz de verTe, lo reconocerás. Hasta entonces, puedes querer salir de dónde estás.
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