Esos días en los que los recortes,
te llenan de melancolía.
Y la tristeza del propio día,
acompaña tus pasos.
Aunque pueda parecerlo, lo cierto es que no se corresponde con nada trágico, tampoco maléfico.
Simplemente, un poco melancólico en sí. Como cuándo en Galicia, estamos en otoño y nos hacemos un hueco en medio de sombríos bosques. O entre olores a humedad, a hojas que se van quemando junto a la madera.
Recuerda también al caer de la lluvia, que se mezcla en el contínuo sonar de las ramas, que no cesan de moverse con el viento. Y la curiosa luz del día, que no sabes, en qué hora te encuentras, sólo, cuando él te lo permite, logras averiguarlo por algunos de sus matices que a ti, tanto te hacen estar en tu presente, en el más activo. Consciente.
A esto le llamo yo vivir en libertad. Ser una meiga halada.
Porque sí, puedes ser quién eres, estando en ti. Compartiendo. Aprendiendo y sí, siendo en todo momento.
Aceptar y respetarte son imprescindibles.
Las bases, empiezan en el interior. Cuando dejamos de ser los que de verdad somos, desde nuestro interior, entonces algo se despierta que nos hace doler.
Nos permite crecer, pero sin esa dote de realidad ni de esencia. Como un avance rápido o a medias, sin la plena consciencia que tanto nos hace falta, no pensar en lo que podrán decir de nosotros.
Nos permitimos ser en nuestra mejor versión, dándonos en todo momento, o intentándolo.
Es maravilloso cuando te entregas. Cuando te das, sin esperar algo a cambio.
- ¿Lo haces? Te compartes abiertamente a alguien, o aún tienes algún tipo de contradicción.
Mantener algo de lo viejo, de lo aprendido por alguno de los diferentes motivos, por lo que no te permites alcanzar tu verdad, hace que tus plazos sean los de otros, adaptados a ti, a los tuyos.
Y es que en ocasiones, son estos los motivos por los que no podemos entregarnos a compartirnos abiertamente a ello, aunque los desconocemos. No quiere esto decir que tengan que saber de ti todo y cuanto eres, haces o sepas.
Hablamos del hecho de compartirte al mundo siendo tú de verdad, desde tu Esencia, sin esconder tus valores.
Tu interior. Aquello, en lo que realmente crees.
- Quién eres, ¿lo sabes?
Para poder salir al mundo, has de conocer los “para qué”, “los motivos” que te traen a esta vida, y si es así, si ya los conoces, pues saber si estás en el camino acertado, ser capaz de seguir esos pasos para alcanzarlo.
- ¿Conoces tus “Para Qué”?
- ¿Estás en tu camino?
Conocer en qué punto te encuentras, va a permitirte tener la visión necesaria, para avanzar en tus siguientes pasos.
Disponte a empezar, si aún no lo has hecho.
Y si ya estás en el camino, Felicidades también por cada uno de tus logros.
Lo maravilloso de todo esto, es que cada uno de nosotros, todos y cada uno de los Seres que encarnamos, tenemos nuestros tiempos. Por eso es imprescindible, el que nos debamos a nosotros.
El compromiso personal es fundamental.
Gracias también, porque estás en mi camino.
Mensaje Espiritual canalizado por Asun Adá ૐGracias por compartir la #Canalización sin ser modificada #enAmor