La solución, es llegar a conclusiones y ponerle nombre y apellido. Lo que se dice: reconocerlas. Todo empieza dentro, en el corazón. Sí, parece muy obvio, y lo es, pero no siempre le damos la importancia que realmente{ Sigue leyendo… }
Transcurren los minutos. Los días de la vida se suceden uno tras otro y así, vas cumpliendo el ciclo de tus propuestas. Porque lo quieras o no, has venido a hacer algo. Te darás cuenta de que incluso{ Sigue leyendo… }
Las risas de la vida, del querer, del amor. Porque nada es sin amar. Sin respeto hacia ti, hacia Todo. Porque la realidad que vives existe, porque crees que así es. Porque la creas. Porque así lo has{ Sigue leyendo… }
Es posible que tengas la sensación o la apreciación de estar limitado. Sentirte encerrado, equivocado o privado de libertad, y seguramente que si lo sientes así, algo de razón tienes. Porque nada es, si antes no lo has{ Sigue leyendo… }
La realidad, se aleja de la propia verdad. Hacemos, aunque no siempre creemos en cada detalle, en todo punto al que le prestamos atención o ponemos intención, porque no siempre lo hacemos desde el corazón, es ahí cuando{ Sigue leyendo… }
Y la pregunta que nace en primer lugar es: ¿Sabes bien cuál es tu tierra? Tras ella, y habiéndo respondido, viene el resto. Es posible que conozcas con claridad el lugar dónde has nacido. Que reconozcas como opción{ Sigue leyendo… }
Es sabido que todo tiene su momento. De igual modo que su espacio y como no, sus tiempos. Sí, en plural porque abarca demasiado. No se queda en lo simple, puesto que es complejo y completo. Cómo lo{ Sigue leyendo… }
Lo intentas y vuelves nuevamente. Es un constante que te da fuerza, a la vez que te la quita. Porque cuando repites o insistes, lo haces porque no has logrado algo que pretendes. Y sí, es el laberinto{ Sigue leyendo… }
Una noche como la de hoy es maravillosa. No por las sardinas o las hogueras, que también si es que te encaja el poder estar y celebrar como lo sientas… pero esta noche, va de mucho más. Se{ Sigue leyendo… }