Poner la intención a merced de la preocupación no tiene sentido. Ni si crees exista motivo, ni si apuntase a una posible afirmación. Sólo cuando algo, verdaderamente es, puedes hacerle frente, pensar en ello y tomar la decisión que en ese preciso momento resuene en ti. Si es, sucede yContinuar Leyendo