Sí, a veces nos pasa que confiamos a medias en nosotros mismos. Nos cuesta aprender la lección.
Creemos que ya la sabemos, aunque en realidad, no la hemos entendido y por lo tanto, no está sanada en nuestro interior.
¿Te parece una tontería?
Si crees que lo es, déjame decirte que te equivocas al pensar así.
Pues más lejos a esta respuesta se encuentra el hecho de que damos vueltas sobre el mismo pensamiento, y ahí está la clave a esas preguntas sin respuestas que se acaban por hacer una herida en nuestro corazón. Nos duele tanto no alcanzar la claridad, que creemos no tener la respuesta, pero verdaderamente lo que nos falta es el foco. Ser claros y concretos a la hora de poner nombre y centrarnos.
Llamar a las cosas con su identidad nos permite descifrar ese salto cuántico que muchas veces nos abruma y que decidimos ir postergando para otro momento.
¿Y por dónde seguir tras resolver esa primera cuestión?
Todo dependería de cómo sea tu estado, tu situación interior hace que sea una pieza fundamental a la hora de decidir los pasos. Podemos creer que estamos perfectamente listos y dispuestos para todo, pero si realmente algo en nosotros falla, si no estamos al 100% en salud o hemos de recapacitar en algo, tenemos que ser capaces de hacerlo. Por eso es necesario el estar conscientes, saber en qué punto estamos y cómo nos sentimos realmente para hacer frente a lo que nos corresponda, luego es momento de seguir.
Cada decisión cuenta, sobre todo importan, cuando las tomamos con nosotros mismos.
Mensaje Espiritual Canalizaciones por Asun Adá ૐGracias por compartir sin modificar #enAmor
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