Llegar al momento del cambio es cuestión de tiempo,
y de mucho más.
Estamos en una realidad en la que las apariencias tienden a ser nada más que eso, y a la vez, pudieran semejar, que no somos nada. Porque nos comparamos con lo que vemos.
En todo momento nos llegan mensajes, información en distintos formatos que hacen que seamos amigos o no, del caos que nos invade, llevándonos también a desesperar en períodos de tiempo, que teníamos por lejanos y se convierten en tan cercanos, como meros instantes.
Mi propósito está encaminado.
SÍ, puedo decirlo, 🙏🏼 porque así lo siento dentro. ¿Y el tuyo?
La vida se ha convertido en una experiencia llena excesivos movimientos, todo es rapidez contada en imágenes, en vídeos, en letras o historias que, reales o no, hacen que nos cuestionemos nuestras vidas, pero poco pensemos en nuestra verdad.
Y es que no es lo mismo, lo que realmente vivimos, con lo que quisiéramos, o con el verdadero propósito que traemos.
Por eso, importan los detalles, los ni, los tuyos.
Has de pararte a observar, analizar si realmente son afín tu Alma y corazón con lo que haces… ellos son, tus aliados, tu verdad. Son tu diccionario aquí y ahora, tu hoja de ruta.
¿Te sientes feliz, en armonía y paz en tu interior?
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