Igual que una hoja se cae de la rama del árbol en que nació, y tras ser elevada por el viento viaja de un lugar a otro, dando tumbos o en suaves movimientos, así resulta tu proceso.

Tomas la decisión que, en ese momento, consideras correcta. Experimentas sus lecciones y, de pronto, te das cuenta de que algo ha cambiado. Sabes que lo has hecho bien, que no te has equivocado, pero sí, es diferente tu perspectiva ante la vida.

Mirar al cielo mientras amanece, respirar el susurro de las brisa en medio de la ciudad y recordar para qué estás aquí.

El cometido en esta vida es algo primordial para ti, porque sabes que si dejases de escucharte, entonces no lo lograrás y el caos del malestar, sería quién reinase en tu interior, y eso, se aleja de tu camino. Opciones como esta, permiten que seas consciente de que has de replantear algo en ti.

 

Aprender: vibrar en tus procesos, te recuerda que eres un Alma viva, dispuesta a seguir, siempre que lo decidas. Canalización por AsunAdá

Has estado esperando la luz del nuevo día, y ya te acompaña. Una vez más, tienes la fortuna de experimentar este acontecimiento, que te recuerda que eres un alma viva, dispuesta a seguir, siempre que así lo decidas.

Esto no es ajeno al mundo, a los habitantes comunes, es algo que sucede en general.

Se trata de oportunidades, y afortunadamente, las tienen listas para su disfrute, muchas personas cada día, la cuestión es si le prestan atención, como para que las vean. Ni qué decir, cuando no se respetan, ni en sus acciones.

 

 

Es en tus decisiones, donde puedes observar tu destino.

Por eso, en ti recae siempre la voluntad de ser y la capacidad de hacer.

 


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