Lo aparentemente insignificante, puede resultar ser el mayor de tus poderes.
¿Reconoces lo que está en ti?
¿Los dones que alimentan tu Alma?
Es decir, pregúntate si de verdad llevas a cabo tu vida según la voz de tu corazón.
O si te estás saltando algún paso del camino hacia tu verdad total dentro de tus deseos de ser quién eres.