El propio camino de la vida es como el mismo Camino de Santiago. Si lo has hecho alguna vez quizá estés en quién lo considera como necesario y lo definirías como que es adictivo y engancha.

Podría definirse también como un estilo de vida, pues quién lo lleva dentro, al menos una vez al año, ha de partir a caminar. Ya no es sólo el espíritu de encaminarse hacia un tiempo lleno de experiencias contigo, sino el modo, el cómo o el qué se siente, pues al igual que el día a día de la cotidianidad uno puede vivir desde su interior pero, generalmente hasta que uno no decide cambiar o, se deja llevar y así lo experimenta no se produce el hecho.
También puede ser que se haga de un modo totalmente abstraído del misticismo y de la Espiritualidad pero, aunque uno no lo considere o no lo pretenda, si aparece un cambio en el modo de ser o de actuar ante la vida pudiendo también alejarse de él. Con todo, está el decidir en cada quién claro.


Por más que hagas o repitas el camino no se rehace el sendero, no se logran ni iguales ni similares objetivos. Siempre es tan especial como a la vez diferente, aún siendo parecida la elección del propio camino, del equipo, del espacio-tiempo … Todo se experimenta solamente, en su preciso momento.
De ahí que tanto tú como yo, aún viviendo el mismo camino en el mismo momento de tiempo y espacio, podemos estar a años luz y no encontrarnos.


Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá Siempre enAmor Agradecida

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