Sorprender a alguien puede ser sencillo o tan complejo como darle el nombre de complicado. Por no usar el término de imposible.

El simple hecho de acercarnos a alguien y compartir un abrazo, una caricia, o robarle un beso a su mejilla, puede marcar un tiempo lleno de todo.

Con todo siempre puede suceder lo opuesto y, seguirá siendo perfecto ese instante compartido.

Cuando haces algo con el uso de tu propio sentimiento, de un modo u otro mueve o provoca una reacción en la otra persona que, cuando menos, no la deja indiferente a ello.

Y sí tiene su doble lectura. Puede ser ese todo en el tiempo, o ese tiempo ha sido todo.

¿Vas acaso a dejar de hacer o expresar tus sentimientos por miedo, por la duda, por esa vergüenza que acapara tu presente?
Desde luego que yo decido hacer aquello que siento he de hacer. Me comunico, y si me abrazas respondo a él con la misma intención e intensidad, si así lo quiero y con tal lo decidiese, pues no sería sano para mi ser dejar que te marches por miedos. Aún con todas las opciones abiertas y en juego para con el libre albedrío de ambos caminos.

Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá

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