Cierto, puedes ser como quieras. Te pueden pasar mil cosas en un día, y aún así, quedarán minutos para que sucedan muchas más. La cuestión es el cómo te tomas la revancha con la vida, contigo…

El día había amanecido tranquilo.

No tanto yo.

Y es que no siempre todo resulta del mismo modo. Los hechos suceden y se van solapando, dando forma y carácter de un modo que, no podemos poner cara, o nombre.

Texto sobre foto: Aceptar tu parte, Llamar a los hechos por Su Nombre. Canalización por Asun Adá

A mi, me sucede lo contrario, le pongo cara, cuando lo relaciono con el lugar, con lo vivido. Lo de ponerle un nombre concreto me despista, al no especificarlo. Creo que es porque realmente, no me acaba de llamar la atención.

Pero a la vida sí, la llamo por su nombre.

Tal y como es, aunque me resulte dolorosa, y tenga ganas de olvidarla. Hablando hacia y desde mi persona, poco me importa hablar de abusos, de malos tratos e injusticias sufridas sin una razón aparente, y es que me refiero en primera persona porque tengo la propia experiencia cumplida, no hablo de nadie más, no necesito que alguien se pueda sentir incómodo en las palabras creyendo que puedo estar malinterpretando hechos o sentimientos. Hablo, a sabiendas de lo que sucede cuando a una, le pasan “cosas”.

Llegado este momento de mi vida, a cada experiencia que reconozco y acepto como propia, le pongo su nombre, el que le corresponde. El que como tal, pedí para explorar. Para ser vivida y explorarla.

Matizo propia porque no siempre pueden ser así, hay algunas que pertenecen a otros, aunque nosotros estemos en medio, o seamos parte, pero de primera mano hay ciertos primeros acuerdos que no nos corresponden y han de ser asumidos por los verdaderos responsables. Hemos hablado de estas características de Aceptación, y de Tomar las riendas de la propia vida, así como de Responsabilizarse en otras entradas del blog.

Tal y como yo vivo y convivo la relación con mi encarnación, tengo procesos en los cuales llevo idas y venidas, con mensajes, aprendizajes. Lecciones que me ayudan a sanar cada día un poquito más de mi yo más terrenal.

Me ayudan a reconocer el para qué estoy aquí y el fin de mi camino como objetivo aquí. Tengo un Plan de Vida y en él está cada paso que doy, cada lección que aprendo, cada herida que sano. También, el reencuentro con cada alma que, tras vidas, nos reconocemos para compartir experiencias y propósitos nuevamente.

Por eso a ti, que me lees y compartes este espacio de canalizaciones del Alma, te doy especialmente las GRACIAS, porque eres una de las Almas del clan de mi familia álmica. De las que una vez más, decidió venir a ayudar, a experimentar, a compartir y a hacer junto al resto del Universo, lograr el propósito conjunto.

  • Esta, es mi manera de sentir la vida, ¿cómo es la tuya, nos parecemos en algo?

Si te apetece me cuentas. Y de todas formas, Gracias por estar aquí.

Ojalá y lo que hago, te ayude un poquito a ver ciertos matices que en ocasiones, dejamos despistados.

Mensaje Espiritual canalizado por Asun Adá ૐGracias por compartir la #Canalización sin ser modificada #enAmor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *