Cuando el ego se asome,
hazlo consciente,
reconócelo.
Agradécele por estar y recordarte qué ha sucedido, y dale las gracias porque ya, no es necesario que siga recibiendo ese mensaje.
No necesitas esa protección porque tú, interpretas perfectamente tus emociones.
No permitas que quien no eres, tome el poder de tu vida.

Haz todo lo que tengas a bien y sientas desde tu corazón.
Eres una valiosa joya.
Feliz presente
Descubre más desde Asun Adá
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.