Podrás ir por cualquier camino, con visión o creyendo que no la tienes pero, sin propósito, no sabrás ni si has llegado al destino.

Es clave un detalle: conocer qué buscas.

Cuando sabes el lugar al que quieres llegar, cuando conoces su nombre o forma, resulta más sencillo el propio trayecto.

Estarás avanzando hacia un meta que conoces, aunque el viaje sea del todo desconocido. Tendrás que tomar decisiones y eso hará que todo resulte mágico, aunque puedas tener miedos. 

Deja ir todo lo que consideras, no es necesario, irás encontrando lo que sí lo sea. 

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