Tomar la decisión de observar desde otra perspectiva el entorno en el que te encuentras, te abre la posibilidad de hacer lo mismo con el resto de aspectos de tu vida.
¿Qué opinas tú al respecto de esto, lo percibes así?
Te propongo, que si difieres a esta presentación, pruebes a hacer una práctica.
Observa dónde te encuentras y deja que ese espacio te hable….
Ahora, tras un ratito así, date la vuelta y observa el mismo espacio en que estás desde otro lugar, que puedas ver lo mismo, aunque tal vez con un campo más amplio. Y lo mismo, permítete sentir el entorno.
¿Ha variado algo, cómo te sientes?
Te pongo una situación, por si no has podido hacer la práctica.
Estás cómodamente sobre una cama en la que el ambiente es tranquilo. Corre una brisa suave y fresca desde la ventana que está completamente abierta a un lado de la habitación, sobre un sofá. Te encuentras mirando hacia una bonita fotografía colgada en la pared que tienes enfrente, la del cabecero. Y te dejas sentir por un rato.
¿Qué sientes?
Ahora, te levantas y te sientas en el sofá que está junto a la cama, apoyando tus pies sobre ésta. Estás en modo relax con la cabeza apoyada y sintiendo la brisa sobre tu cabeza. Miras y observas la habitación al completo, y como la puerta está abierta, alcanzas a ver el paso de la luz tras la ventana de la otra habitación. El campo de visión es más amplio y te permite estar y observar.
¿Qué sientes?

Esto es a lo que me refería, al paso de las experiencias con las distintas visiones personales y ajenas que llegan a nosotros.
Si te apetece, cuéntame tus vivencias en este ejercicio de toma de conciencia de la realidad y nuestros entornos.
Feliz presente. Gracias por existir 🥰
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