Hacemos y dejamos pasar. Creemos pero sin confiar plenamente. Nuestras vidas resultan entre ideas y pensamientos, pero nunca acabamos de ofrecernos el reconocimiento del merecimiento. ¿Por qué? Pues muchas veces porque nos resulta imposible el simple hecho de{ Continúa }
Todos tenemos un instante en el que hacer un click para detenernos, o seguir. Quizá y no tengas claro en qué momento has determinado tu actitud, pero ten por seguro, que, siendo consciente de él o no, ha{ Continúa }
Reconocer todo lo que hemos logrado, es un trabajo gratificante al que deberíamos dedicarle al menos, unas horas a la semana. Cierto que el tiempo en sí no es tanto la clave, y sí el hecho de pasarlo{ Continúa }
Todas las variantes son opciones a tener en cuenta. Puede ser que te confundas en las decisiones, pero lo cierto es que la sensibilidad o el cómo respondes ante tus experiencias, y las personas ante ti, no siempre{ Continúa }
Lo primordial, es cerrar los ojos y sentir. Decidir es vivir plenamente cada segundo del que dispones, ¿Te atreves? Dejarte llevar por la voz interna que te susurra y atreve a gritarte cuando no le haces caso. Siempre{ Continúa }
Hay muchas opciones. El camino es uno, aunque tienes variantes como para poder desviarte. Tú decides, el proceso de la vida es el que es. Deja de perder el tiempo, tu vida podría terminarse ahora ¿Lo tienes claro?{ Continúa }
Cuando en tus pasos, sientes el “click” de algo, entonces es el momento de llevarlo a cabo. Quiere decir que estás preparado y que está en marcha algo más, de lo que hasta ahora. Respecto a ti, dice{ Continúa }
Es tu decisión, pero es importante que seas consciente del trabajo o la labor que realiza en ti el ego que te acompaña. Llevarte bien con él tiene soluciones si le pones en su lugar. Ten claro que{ Continúa }
Permanecer en la mente, es lo que quiere el ego para que no seamos libres. Nos dejamos engañar por todos, por todo lo que está en nuestra mente dando vueltas sin cesar. Creemos que lo sabemos todo porque{ Continúa }