Sentir
cómo la vida,
va sumando instantes.
Las llamadas primaveras
se han convertido
en
veranos que ahogan
sin distinguir a aquel expuesto al mundo
o cansados de la sociedad.
Hacemos referencia a aquellas personas que necesitan vacaciones y no pueden disfrutarlas por tantos motivos, que ni quieren ni pretenden hacer cuenta de cada uno de ellos.
Te has acostumbrado a tantas cosas, que crees que necesitas todo lo que tienes, e incluso lo que aún persigues y que no llega, porque realmente nada es imprescindible, más que tú, con tu Ser.

Qué bonito es sonreir a la imagen del espejo cuando está en silencio.
Cuando sonríe, sin remitirse ese estado de ansiedad que tiene. P,orque aunque no te lo cuente, lo sabes. Y es justamente, por ese y otros motivos, que sigues avanzando tan dignamente, como puedes.
En calma y lleno de vida.
Aunque sientas que cada instante que pasa es uno más cercano y próximo, al reencuentro del Hogar.
Y con todo ello, sabes que has de lograr las tareas que una vez, hace ya unos tiempos, te propusiste.
Y no, tú no eres de las personas que dejan algo a medias, aunque sientas que estás, dónde no quieres estar.
En amor siempre Contigo, la vida es el reencuentro con la sinceridad de la verdad.