Dejamos pasar momentos sin decidirnos o sin hacer. Creemos que volverán cuando realmente nada regresa de la misma forma o al mismo lugar. Todo cambia, nada permanece es sabido y real como el propio ahora que ya es pasadoNos comportamos a veces como jueces y verdugos cuando apenas y somos parte de la propia película que se está proyectando.
Y es que en la vida, hay situaciones que se asemejan a las que nos cuentan en una novela o película, quizá también en un cuento, así sea pura pesadilla. Es difícil cuando nos sabemos diferentes, cuando nos llamamos raros, cuando entendemos que no queremos ser aquello que se nos indica y que sí hacemos aquello que nos hace sentir bien.
Cuando podemos discernir y reconocer qué queremos, es momento de pararse a sentir si somos una realidad o una invención de nuestra mente que nos engaña para seguir en el bucle de la incapacidad y no aceptación. Hecha esta aclaración a nuestra mente, podemos seguir creyendo a nuestro corazón.
Entre humanos … Uno siempre se tiene a sí mismo, exclusivamente.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
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