El llanto que nos acompaña al nacer. Parece que es un símbolo de lo que pueda aventurar con más de uno.
Las almas estamos para algo, o mejor dicho, venimos con unos propósitos para llevar a cabo unas tareas. Para hacer unas labores determinadas, de una manera u otra, y así el camino se va logrando.
Damos pasos que nos llevan a otros lugares y, con ideas tal vez ajenas en cercanía, resultamos similares con otros seres, en acontecimientos experimentados. Aunque seamos bien diferentes.
Qué bonita es la vida.
Qué bonito es vivir.
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Cuando te entregas
a tu propósito
nada hay que se quede
fuera de tus vivencias,
si es que son necesarias
para que aprendas.
Para que sanes.
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¡Feliz presente! Risas y lágrimas personalizadas cada instante de tu vida.
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