Lo sano de la vida, del momento en si mismo es ver el lado del aprendizaje y, como tal, lograr aprender.

Damos muchas vueltas y no siempre nos llega una sola prueba para alcanzar la meta de la sabiduría y, nos toca repetir en más de dos ocasiones, quizá.

Vivir en la distancia, apartados de unos y de otros es un estado, una forma que en estos momentos todos estamos experimentando. Apenas hemos sido conscientes de que esta manera o, incluso con más extremismos entre lo que tú o yo podamos estar viviendo, ha formado parte de la realidad de muchos de los seres de este y otros tiempos han pasado por ello, por más que fuese aparentemente, lejos de nosotros.

Sí, tenemos una situación compleja y difícil, por ser algo nuevo para asimilar como nuestro, aunque más bien es por haber creído que estábamos separados de la realidad que ya se estaba viviendo en otros lugares de nuestro mundo. Sólo hay uno y en él estamos todos, con lo que como parte de esa unidad del Todo, siempre somos lo mismo.

Y con la falta de libertad de no poder salir de casa, con todo, no es acaso una fortuna el estar en este tiempo en que, tenemos infinitas maneras de estar cerca y poder oirnos, leernos, incluso el sentirnos es factible con cualquiera de las grandes realidades a las que, por fortuna, tenemos acceso y el hecho también de poder vernos en directo.
Tanto tú como yo en este momento estamos conectados, yo te escribo y tú me lees y podemos recordar que mismamente hay en el mundo muchas personas que no pueden alcanzar a tener lo que nosotros si disfrutamos. Que el contacto físico es un aliciente para protestar, lo es sí, y más cuando lo añadimos a la lista de quejas porque nos consejan por la seguridad personal, familiar y del propio entorno que nos quedemos en casa.

Pero, de verdad, ¿te has parado a pensar en todo lo que tienes? Estás en casa, con lo que sí tienes un techo para cobijasrte. Seguro que has cenado, o desayunado, o comido, merendado o ya has triplicado la dosis de café, o has optado intercalar con infusiones. Y seguro que tu familia y amigos tienen una situación similar, aún estando alguno con un posible afectado o tratado de otras enfermedades.

Protestamos porque es lo más sencillo para ir acorde en la sociedad que no quiere entrar en si misma y reconocer a su corazón. Ojalá y decidas ser tú y no aceptes aquello que no quieres. Nos piden ayuda, y lo hacen para nuestro bien y el de todos, para que seamos conscientes y despertemos de la no consciencia que nos aparta de la verdad del Amor. Abre los ojos para compartir con tu vecino aquello que tienes, para que la solidaridad de tu alma aflore hacia ti y tu entorno tanto próximo como lejano, aún siendo este desconocido para ti.

Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá


Descubre más desde Asun Adá

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *