Cuando la partida es ya, sólo queda jugar.
En sí resulta como la vida misma. Cuando has de vivir, y cuando dejar de hacerlo.
Haciendo referencia al formato presencia, del cuerpo, en este aquí y ahora.
Y lo difícil, es decidir.
Tomada la decisión el proceso sigue y, dado el paso primero, el movimiento es ya un contínuo. Por nada se detiene. Ante nada ni nadie, ni de las propias situaciones que puedan hacer frente al instante, en el momento de encontrarse.
Dejar ir,
es lo más placentero para poder seguir.
Soltar es,
lo más doloroso que casi nunca, se ha aprendido.
Confía.
Date el lugar.
Concédete ese espacio que tanto necesitas para asimilar, para aceptar, para seguir Amando lo que fue, lo que es, lo que continúa por ser.
Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá enAmor Agradecida
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