La lluvia cae, incesante, sobre la ciudad iluminada por el conjunto de lámparas y luces, haciendo así, un grato juego luminoso lleno de esperanza, aún cuando el miedo, al desconsolado viento, llena el corazón de un palpitante ritmo.
Y es que entre la belleza de las imágenes se encuentra también esa incertidumbre por el cómo podrá soportarse tanta agua, acompañada con ese sin saber y empujada por el soplido del aire, en compañía también del frío.
En esta noche, aún de otoño, la sensación es de estar dando paso a la nueva estación y, aunque apenas hace unas horas en que el sol brillaba, ya ni el recuerdo perdura en la mente del que tiene frío y está calado hasta los huesos.
Los recuerdos agradables perduran, hasta que los que creemos negativos, pasan a ser nuestros compañeros.
Y de nuevo, la magia de la esperanza se aparece ante mi, en ese brillo que me llama para decirme, que la solución está en camino.
Tras ese instante de reflexión que alimenta a mi alma, descanso en la paz de mi interior porque sé, que el Padre-Madre guía, como siempre, mis pasos en cada decisión.
Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá Siempre enAmor Agradecida
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