Escapar.
Pensar que puedes huir de tus pensamientos, de lo que vives fuera o de lo que sientes.
De los sentimientos, nadie puede escapar, si realmente no se plantea hacerlo.
Y es que para estas cosillas, la distancia física, de nada importa, es más, incluso es lo de menos o me atrevo a decirte que es lo peor que puedes hacer, porque por más lejos que estés, todo lo que creías dejar atrás, irá en esa maleta que te llevas, por muy grande que sea, o así sea un pequeño bolso de mano.
Nada permanece fuera de ti.
En la vida, el modo más sano de hacer frente a las situaciones es desde la consciencia de ellas mismas. Primeramente, sabiendo que están y poniéndoles una cara, o un nombre, luego tomando las decisiones. Pero para ello, no sirven excusas, han de ser acordes a ti, a tu tiempo, digamos que con tu edad, estado actual y situación.
No se corresponde que tomes las decisiones como adulto y reacciones como un niño, o viceversa, todo tiene sus procesos.
De hecho, los aprendizajes también los vas experimentando según esos caminos en los que decides adentrarte a lo largo de tu vida, y de ese modo, puedes saber cómo estás conforme a esas lecciones y el nivel aprendido en qué te encuentras.
ૐ Gracias por compartir la Canalización sin ser modificada AsunAdá enAmor Agradecida
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