Nos dañamos tantas veces. Somos tan duros con nosotros que dejamos de mirarmos para creer que hemos avanzado.
Por no decidir entre caminos que siendo direcciones opuestas nos llevan a mundos distintos, optamos por permanecer en el medio. Es entonces cuando el sufrimiento que le provocamos al alma acaba siendo objeto de nuestro cuerpo.
El dolor de las decisiones es complejo de asumir y si no se hace, el cuerpo acaba padeciendo de una manera más difícil ese aprendizaje, y cada vez se hace más extremo si es que se sigue queriendo aprender sin lograrlo.
Dejamos de asumir responsabilidades para vivir al margen de lo que realmente estamos provocando. Todos somos responsables de las situaciones que experimentamos, seamos o no conscientes de qué estamos haciendo.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
Escucha: https://youtu.be/q_luN1U04z8
Descubre más desde Asun Adá
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.