El mundo es ese pequeño espacio,
donde la Divinidad se hace humana,
por tiempo limitado.
Y es que, en el completo infinito del Ser, una vez aquí y ahora se convierte en esto, en lo finito que va entre el proceso de engendrarse y nacer, pasando por el regalo de la Vida, hasta llegar a la muerte del cuerpo, que desemboca en ese resurgir hacia el Hogar.
Siento como anhelo otros tiempos,
esos que he logrado identificar como míos,
sí, allá en lo alto.
No porque crea en distancias
sino,
porque siento en mi corazón
el latir de quien está sólo.
Conozco la plenitud de la Luz,
de quién me acompaña y guía y,
aún sabiendo que me abraza,
en ocasiones esa morriña me alimenta.
Haz consciente en tus pasos, que no hay fronteras, ni límites y mucho menos diferencias, siendo todos únicos, distintos e irremplazables. Porque entre tú y el cielo, no hay distancia alguna.
Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá enAmor Agradecida
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