Me gusta cuando la vida me sorprende.
O mejor dicho, cuando me dejo sorprender.

No siempre nos damos la oportunidad que necesitamos o la que queremos y es por ello que en demasiadas ocasiones se nos pierde el rumbo. Perdemos el norte.

Cierto que el camino es aquel por el que queremos ir, y por el que vamos. Pero cuando nos dejamos y alejamos de nosotros, de nuestros sentimientos más profundos, de nuestra verdad, la vida que vivimos puede ser traducida como caos.

En ti habita todo, y debieras ser tú, quién decida siempre, en cada despertar.

Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá enAmor Agradecida

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