Pendiente de la red, de las redes.

Tenemos mucho que hacer, y sin embargo nos pasamos gran parte del tiempo pendientes de respuestas ajenas, de mensajes que puedan llegarnos o ese reconocimiento con un like que alguien nos da.
En esta era tan avanzada llegamos a malgastar nuestros sentimientos por la espera.

Lo curioso es también que todo ese cúmulo de segundos que permanecemos en pause estamos realmente desconectados de nosotros mismos, de nuestra paz interior. Logramos tantas veces el no equilibrio que casi puede llegar a parecer que es lo normal cuando se trata de una anomalía que puede ocasionarnos el caos interno y emocional que aturulle al entorno.

Y con esto que la cobertura en sí no sea un fallo, pues si permanecemos a la espera atentos al soporte electrónico, ni que decir cuándo le sumamos el estrés de fuera de control que se provoca en el sistema.

Todo por obviar la decisión de lo que conlleva una vida llena de experiencias propias, vividas y sentidas desde la consciencia, quién permite que el gran regalo de vivir sea aquello que realmente soñamos sea.

Que no te quite el sueño más, que tus propios sueños queriéndo ser reales.

Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá

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