Puedes dar vueltas, y regresar al mismo sitio de caos.

Querer huir, difiere de que realmente lo hagas. Puedes hacerlo físicamente, pero te mantienes atrapado desde los sentimientos. 

Es muy posible que te adentres en una cueva profunda donde ni te veas y mucho menos te vean. Tal como dar vueltas sin sentido, queriendo encontrar uno, pero sin futuro alguno porque el simple detalle es que no eres capaz de ver la salida. Podríamos decir que está, pero ante tu visión nula de corazón, lo pasas por alto porque usas la razón. 

 

Te resulta más fácil obviar esos momentos en los que poder encontrarte contigo. El motivo, no querer hacer frente a lo que tu realidad te puede ofrecer, y no por ello es un caso ajeno, sino que en ocasiones, la vida nos muestra una realidad que creemos no poder cambiar ni modificar, cuando en realidad, todo es posible de rehacer, o empezar de nuevo.

Bienvenida a tu presente.

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