¡Cuando el corazón respira en calma!

¡Cuando el rezo de hace susurro!

¡Cuando el alma se sabe feliz!

Cuando la vida es sentida como esa plenitud del gozo de todo, en el aire se respira esa sensación de saciedad que envuelve lo físico a la vez que muestra sutilmente la esencia de lo no palpable.

Por eso, el recuerdo del mero hecho de coger tu mano, o de soñarlo por el placer de un sentimiento que revolotea por ti, hace que el ahora tenga un nuevo sentido para experimentar. Eso sí, entre sonrisas. Pues es cuando te las concedes, y honras con ellas, que permites también sea la Luz que bañe a tu entorno. Y sí, es ahí la magia de tu cambio que trasmuta aquello que se deja.

Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá


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