Seguimos tras los pasos de aquellos que nos preceden y en ocasiones pretenden nos comprometamos como ellos, siguiendo los pasos de lo que no hicieron o, sencillamente imitándolos.

Cuando crecemos, las amistades se van haciendo con un espacio mayor al que puede ocupar una parte de la familia y así vamos avanzando en el ritmo que nos va marcando el tic tac de nuestra vibración.

Así cambiamos tras los pasos que vamos dando en un tiempo que tiene un fin. Crecemos a sabiendas de que en el momento menos esperado un simple clic puede modificar el comportamiento tuyo y afectar a tu entorno. Cuando uno avanza en su camino, hay quien se queda formando parte, quien se va de la historia y quien se olvida de la propia existencia, seguramente hasta que para algún motivo le venga siendo de vuelta necesario en algún otro propósito. La vida nos trae amistades verdaderas y otras que, aún por tiempo limitado o pareciendo serlo, son como la ley del ojo por ojo o, por el interés de la necesidad. Siempre merece la pena experimentar la vida con una sonrisa llena de amor, aunque no comprendas nada de lo que sucede.

A ti, que callas en tu silencio tras un tiempo compartido lleno de mucho. En tu cobardía silenciosa escondes un miedo que destruyó lo que fuimos sin siquiera haber sido.

Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá


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