La confianza en uno mismo es el valor que alimenta nuestros pasos. Es el modo de ser siendo uno, siendo tú.



Podemos creer que son nuestros hechos o, lo que tenemos, aquello que nos da un lugar en el mundo, un nombre o de algún modo un reconocimiento social pero, eso se queda sin sentido, vacío, cuando resulta sin nuestra propia valía.
Llegamos a pensar que el reconocimiento que pueden darnos, o no, nos hace libres y poderosos ante la sociedad que nos rodea. Más lejos de la propia existencia ese pensar nos mantiene en un limbo de apariencias, de querer ser el personaje reconocido por parte de otros, indiferente a su propia esencia que, en realidad le llama e invita constantemente a ir por otro lugar y omitir esas creencias. Pero no lo hace, sólo mantiene oídos sordos a su interior.

Y es que el miedo social, ese de no ser quien se espera seamos un terror que ocasiona dolor, sufrimiento, incluso. Permitimos que otros decidan pero, qué queremos realmente nosotros, quiénes somos, ¿lo sabes? Te reconoces en tu día a día, en tus pensamientos o, ya has dejado de saber quién eres, ni de pretenderlo.
Es tan básico y necesario el hecho de ser, como el de conocerse.

Una apreciación sin la otra, no tiene más sentido que el de un alguien en el mundo transitando por el sendero tal un barco sin rumbo que puede llegar a la deriva sin siquiera estar en medio de alguna tempestad.

Piensa en ti, contigo y alcanzarás tu camino para recorrerlo desde tu mayor sentido.


Canalización 🤲 ©AsunAdá Siempre enAmor Agradecida


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