Decidimos caminar. Lo hacemos dando pasos. Uno tras otro o varios casi a la vez. Incluso nos permitimos el ir entrelazándolos por distintos ritmos o líneas trazadas. Importa que esos movimientos sean los que producen, en sí mismo, el avance.

Nos guste o no, somos los únicos que previamente podemos modificar nuestro destino. El sendero y sentido que queremos tener y al cual queremos llegar, es cosa nuestra.
Por más que creamos que nos dejamos llevar por las decisiones de otros, estas no serían reales si no las aceptásemos y, si es que son un hecho visible y tangible, concluimos pues, que nuestra respuesta es su momento, fue la de aceptación.

 

Cada uno desde su lugar, tras sus paso y a su ritmo, alcanza su destino.
Por eso no podemos olvidar. Hemos de tener presente que es tan merecedor de un gracias quien ayuda, quizá como enfermero, como lo hace el docente, el transportista, el militar, el peatón y tampoco puede quedarse atrás en el agradecimiento quien cumple con su propósito de vida desde el silencio de la humildad y compasión.
Podríamos creer que uno es más importante que otro pero, cuando realmente estamos cumpliendo con el cometido, al que hemos venido a este tiempo y vida, todos y cada uno de nosotros tenemos la misma relevancia en el mundo. Somos importantes e imprescindibles en la vida presente.

El universo es posible por cada ser que en él está, ha estado y venga, en un tal vez futuro.

 

Regálate ese abrazo, la sonrisa que te mereces y que por tanto tiempo has esperado que alguien te ofrezca.
Frente al espejo verás a un ser maravilloso y pleno que quiere ser amado, que te ama.
Date tu lugar. Desde tu amor y respeto, reconoce tu poder y plenitud de la capacidad de lograr el propósito que traes. Confía en él y en ti.

Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá Siempre enAmor Agradecida


Descubre más desde Asun Adá

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *