Es grato compartir. Sobre todo cuando lo haces creyendo, con fe en lo que estás compartiendo. Cuando entregas aquello que tienes, o lo que sabes hacer y, llega a otros. El don que traemos es sin duda para compartir, pero a veces el miedo nos impide seguir por nuestro camino.

En realidad el acto de compartir lo que tenemos es algo que nace desde el corazón. Sabes que con tu gesto, y el de otros, puedes hacer realidad alguna meta que de otra manera, sería diferente. Todo sucede para un motivo y con alguna causa o lección por eso que si ha de ser, así es, así será. Las maneras de ejecución sí pueden ser diferentes.

Cuando te sientes menos bien,  o estás padeciendo alguna enfermedad es momento para ver qué sientes y qué te hace sentirte así.

Quizá si pasas tiempo contigo, y si analizas tu estado llegarás a obtener respuestas que ni imaginas. Alcanzas a ver la vida desde un modo más sencillo. Reinviertes la humildad y el respeto hacia ti mismo concepto la intención de sanar y, lograr así nuevos propósitos que en ese tiempo de presencia contigo, te han revelado.

Agradecer la enfermedad o el hecho mismo de estar como estemos nos da fuerza para desarrollar el amor hacia nosotros y cuidarnos como merecemos, sin esperar a que alguien ajeno a nuestra existencia, nos diga o marque cómo cuidarnos, o incluso indique qué es mejor para nosotros.

En ti está tu verdad, escucharte es decisión tuya.

Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá


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