Perdonar por la elección 

Cómo poder concluir con tu proyecto, intención a pensamiento si resulta que el círculo se cierra sin previo aviso en medio de tu cruzada.

En alguna ocasión, puedes parar a recapitular tus quehaceres, pero es cierto que no siempre estás ni preparada para ello, ni tampoco sucede en el momento idóneo para que puedas tomar con calma la decisión que mejor te va.

Porque simplemente sucede.

Has de tomar las riendas para seguir y dar el paso siguiente. 

A veces, vamos tan en automático que no acabamos de ver más allá que para unos detalles simples, pero cuando profundizamos en la mirada, y observamos con atención, entonces se produce ese estar consciente que nos ayuda a estar presentes y saber de qué hablamos. O a qué nos estamos refiriendo con claridad. 

Porque sí, sucede que aunque no queramos, dejamos la mente al aire y pasamos por alto detalles importantes para la resolución de cuestiones internas o ajenas, esas que nos ayudan a ver la respuesta que buscábamos o que nos vendría bien. 

Tal vez como yo, tengas días de esos en los que estás, y otros momentos en los que no tienes claro ni dónde te encuentras, ¿verdad? 

¿Qué haces cuando sucede así y te das cuenta de que has pasado por alto algún detalle? 

Yo he aprendido a perdonarme, a no sentirme mal por algo que seguramente, era el mejor camino para el fin que me lleve, aunque ahora mismo no lo acabe de entender. 

¿Cómo lo haces tú?