Cada quién, es como es.
De igual modo que sigue su camino con sus fórmulas y manías.
Muchas veces escribimos en la agenda todo lo que hemos de hacer a lo largo de un día, o de la semana. Incluso algunos detalles de lo próximo que se avecina.
Porque sí, hay eventos que marcamos con anticipación. Otros van apareciendo.
Se comportan como los imprevistos a los que hemos de tener un lugar para afrontarlos.
¿Eres de las personas que necesita tener todo bajo control, anotado en la agenda, o estás disponible a las aventuras de la magia de vivir?
Cierto que de un lado u otro, también hay espacio para los “depende”, porque no siempre somos de la misma manera y tampoco reaccionamos con el mismo pensamiento o idea a lo largo de la vida.
Por fortuna, cambiamos.
Avanzamos en los propósitos y quehaceres que se dan forma en nuestra realidad, gracias al modo de ser que representamos.

Y sí, es maravilloso ser como somos, si así nos comportamos en nuestro día a día.
Porque poco importa hacer, si solo es desde la apariencia de “aparentar ser”, aquello que se espera de nosotros. Lo que quieren seamos.