Oportunidades que provocan incomprensiones.
A veces, se complican los momentos porque las circunstancias se vuelven diferentes y pueden traer instantes que resulten difíciles.
Con todo, aceptar con calma los hechos es una labor fundamental para no desistir ni caer.
Y si caes, adelante, levántate que eres fuerte y valiente.
Y también, reconocer que todo está bien tal cual es, no quiere decir que tengas que pararte, que escapar o desquiciarte, sino que todo es para llevarte a un lugar.

A menudo vemos que no logramos algo y nos hundimos regalándonos pensamientos o palabras nada positivas o incluso ofensivas, y eso provoca un mal mayor.
¿Qué pretendes con herirte?
Por qué le permites a otros ese gesto amable de “no pasa nada, te saldrá en la siguiente ocasión” y contigo lo haces como si fueses un enemigo que ataca con dureza.
Regálate la compasión de tu gran amor…
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