El ritmo de la vida tiene sorpresas que pueden no estar en tus pensamientos, y no porque no sean una opción que no contemples, sino porque la vida es así, pasa sin que te des cuenta de que{ Continúa }
La recompensa se alcanza, cuando sigues por tu sendero. Lo tenemos claro cuando nos centramos en nosotros, cuando hacemos que cada día, sea ese encuentro desde nuestra esencia. De ahí, este encuentro Hacia tu Yo interior que vio{ Continúa }
Sí, es posible vivir tal y como quieres hacerlo. De hecho ya lo haces. Seas consciente o no, de a dónde quieres llegar, o de qué vas a encontrarte por el camino hacia allí, vas a llegar al{ Continúa }
La vida, es muy real y eres el creador de ella. Tú tomas consciencia si es que así lo deseas. Tú decides qué hacer. Lo real: tú tomas consciencia, Tú decides qué hacer Si resuenas con el{ Continúa }
Podemos ir y venir de una experiencia sin ser conscientes del proceso mismo y de la propia manifestación. Aunque no lo creamos, llegamos a ser maestros del engaño, del auto-engaño. Porque sucede que hacemos caso omiso a lo{ Continúa }
Hablar de la vida nos da constancia en los hechos. En lo que vemos y en lo que hacemos. Nos brinda la oportunidad de reconocernos. Es el bálsamo que necesitamos para estar en la realidad, que nos da{ Continúa }
Todo alcanza otra visión desde el espacio y lugar en que te encuentras. Influye para poder ver. Para entender incluso cómo son las cosas. Lo que sucede es según le das permiso y fuerza para que así sea. { Continúa }
El tiempo es este. La vida sucede cada segundo. Todo se une y da forma junto al proceso que tienes. El proceso es único, personal e intransferible contigo. Podemos ser de cualquier manera pero, como reaccionamos ante los{ Continúa }
Cada persona, sin más, es como es. Nos puede gustar o no el modo en que alguien es, o hace las cosas, pero al fin y al cabo lo fundamental de ello es aceptar las decisiones personales, así{ Continúa }