Elegir es importante.
Dar el paso y finalmente llevarlo a cabo, también lo es.
Lo mejor de todo, sería tomar decisiones sin excusas, sólo por y para ti. Sin intentar encontrar motivos ajenos para ello.
Ser tu mejor versión es algo que nace en ti y que se extiende al resto. Por ese motivo, no deberías tener más razones que tú.
Tratar de encontrar algún hecho o persona que justifique ese propósito para tal fin, es una decisión más, aunque no siempre la acertada o la perfecta.
¿Las razones?
Pues porque si algo sale mal en ese camino, tendrás alternativa para la causa.
Decidir cambiar, sin excusas. Decidir quedarte contigo, disfrutar del momento presente, el segundo que respiras.
Una salida perfecta para justificarte y poder culpar a otra persona, que no seas tú, cuando realmente, eres responsable de las decisiones tomadas.
Sí, no hay puntada sin hilo, y todo se encuentra en el proceso, en el camino.
Si de verdad quieres, amas a alguien o algo, encuentra la manera de afianzar tu mejor versión.
Intenta lograr el cambio por tus propios méritos y, que si por lo que sea ese proyecto no resulta como querías, te quedes con lo mejor de ti.
Porque tú, eres un ser maravilloso, capaz de lograr todo lo que se proponga, para su Mayor Bien.
No busques excusas que te resten el mérito y el poder que tienes.