Dejar de hacer.
Quieres pero no puedes,
entonces, la solución es sencilla:
Decidir que has de hacer algo al respecto.
Pararte.
Reconocer
que algo te pasa.
Pedir ayuda
a Dios.
(…)

Ahora,
Tómate un rato contigo, sin interferencias ni interrupciones y,
disfruta de ti, contigo.
Feliz instante.
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