La grandeza habita en todo. Es en lo infinitamente mínimo que ni alcanzas a ver y en aquello que reluce tal cual oro o diamantes que, escondido tras un brillo absoluto, alcanza a abarcar la plenitud del instante. Lo bello existe siempre en ese instante por infinito o excaso que éste te resulte.
Y es que, la vida misma, es el todo que todo lo tiene.
Resulta tan sencillamente bella como elocuente. Como ese abrazo que esperas recibir y no llega, pero sabes que lo quieres y que indistintamente del cuando se produzca, ya casi logras sentirlo.
El sueño de la vida debiera ser el hecho de vivirla. Ese agradecimiento a la propia oportunidad de estar en ella y como tal, entregarnos sin ataduras del pensamiento fluyendo con cada momento para experimentarlo, al igual que tratar a cada respiración como si fuese la única oportunidad, pues, en realidad así es.
Tan único, como el propio principio que es a la vez final, siendo siempre en sí, eterno.
Que no sea pues tu ego quien te guíe al tropiezo constante, una y otra vez, en las piedras que impidan alcances tu camino. Brilla desde tu interior y sonríe a la grandeza de ser, TÚ.
Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá Siempre enAmor Agradecida
Descubre más desde Asun Adá ૐ Comunicación Multidisciplinar
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.