Si te detienes a mirar, puedes ver, observar detalles que la naturaleza, o la propia vida en sí, te brindan.
En todas partes y momentos, podemos descubrir ese guiño que nos regala una sonrisa, porque nos despierta la gratitud de la grandeza en la existencia.
Para ello has de atender al entorno, del mismo modo que has de atenderte, y también a tu interior.
Decimos muchas veces que el cuerpo nos habla, aún siendo sin esa voz clara que quisiéramos escuchar, pero que sí la notamos como un sentimiento. Algo nos remueve para hacerse eco de nuestra atención. Incluso en ocasiones, no serviría una clara voz porque lo que nos cuesta, es hacer caso a lo que nos pide.
El cuerpo es sabio.
Nos hace llegar los mensajes que debemos saber y con los que alcanzar nuestro Mayor Bien. El siguiente paso, es ya decisión nuestra: escuchar.
Canalización 🤲🏻 ©AsunAdá enAmor Agradecida
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