Todo, nace en nosotros.
Adopta forma y existe, por nuestras decisiones.
Las creencias son como las creamos.
Ellas no son limitantes, sino que responden al carácter que le damos.
Porque, indistintamente de que lo sean, a lo que hagan referencia, ellas parten de su origen, y ese se encuentra en nuestros pensamientos.
Nos limitamos, creyendo que el mundo nos limita.
Creemos que sabemos, que tenemos claridad.
Reconocemos el poder que tenemos, y eso es maravilloso, aunque tengamos momentos en los que caemos. En los que las oportunidades se abren para dar los pasos con que afianzarnos para hacer frente a la vida.
El propósito que traemos es poderoso, cada circunstancia se acompaña de su para qué, y sea este de nuestro agrado o no, lo hemos dispuesto.
Nada escapa a nosotros, a nuestras decisiones.
Sí, a lo largo de nuestras vidas, tenemos la dicha de encontrarnos con distintos Maestros en diferentes aprendizajes, que nos ayudan a ser conscientes.
Es gracias a ellos, que nos encontramos con esos puntos en los cuales dar el alto que requerimos.
Sí, la teoría está aprendida.
Pero la sabiduría se alcanza haciendo, dejando ir lo que no nos pertenece, lo que ya ha sido sanado, por así llamarlo.
Las oportunidades se originan y está en tí, el dar ese paso que las haga reales, puesto que te corresponde a ti la responsabilidad de tomar las riendas de tu vida, y hacerlo.
¿Estás preparado?
Yo, a día de hoy, me comprometo a hacerlo. Quiero dar los pasos necesarios para salir de mi mente, para mantener a la saboteadora que está dentro y que lía mis pensamientos haciéndome creer cosas que no son ciertas.
Ver lo que existe es una realidad que puedes cambiar si no estás de acuerdo. Tienes que mantenerte despierto y hacer los cambios oportunos, tus pensamientos influyen, la toma de acción es clave.
La mente es el hogar del ego.
Has de reconocer que está en ti, solo así podrás avanzar por tu camino, hacia tu destino. Márcate un objetivo y adelante.
Yo me apunto a esta travesía de liberación, desde la aceptación y el reconocimiento.
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