Hay a quienes le resulta indiferente, y mejor si no hay que hacerlo, el tener que hablar de sí mismo, como un conjunto de logros extras. 

No hacen algo con la esperanza de ser alabados, ni tampoco recompensados con alguna gracia, más que la del bien común. 

Hay otro tipo de personas, que creyéndose humildes, requieren de la aprobación del ego. Necesitan saber cómo han estado y cómo se les ha visto. 

Pudiera ser que se confunda con: “Es para ver si se ha entendido lo que quería contar, o mostrar”. Dependerá del mensaje pero el fin resulta común. 

El trasfondo de ello es saber cómo le han visto, intentar que le elogien por lo que ha sucedido. Lejos queda la participación desinteresada como esa oportunidad para que el otro, tenga una herramienta con la cual pueda ayudarse a sí mismo. 

Creemos tener que mejorar la vida de los demás. Salvarlos de sí mismos o de sus circunstancias.

Nos decimos que sabemos, que tenemos las claves o tips listos con los que se podría salvar el mundo, y resulta que ni tú mismo, eres capaz de ver todo lo que está en ti.

Egos que  suben la jeta- plantita en lo alto-BlogAsunada

Puede ser que alguien tenga el poder de conocerse, saberse pleno. Pero toca descubrir desde qué punto resulta crucial la visión, para el desarrollo de la compasión. 

Saber que puedes crear tu realidad, y confiar, hace que seas capaz de reconocer que no puedes ser sin el otro. Ambos os necesitáis, para reconoceros.

Sabiduría es poner en práctica los conocimientos.

Sí, ciertamente requiere de habilidades para analizar el estado del ser. 

¿Cómo eres con tu ego? 


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