Caminamos sin conocer, sin ver incluso por donde vamos para alcanzar lugares magníficos y seres que nos permiten también abrir nuevos puertas a otros lugares a los que llegar.
En otra de las ocasiones es posible que mientras vas caminando, alguno o ambos crecéis si, aunque aveces eso conlleva a una sensación de distancia. Algo que se afianza y puede convierte en olvido mutuo o una de las partes vibra más alto que el otro provocando igualmente ese distanciamiento de los propios caminos que, ya solo permanecen en el pensamiento o quizás en algún sueño posible.
A ti que tras los años avanzas y sabes ya que en la soledad está la armonía que necesitas, y a ti que en el bullicio de tu mente intentas alcanzar tu propia libertad.
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