Escuchar,

cómo llueve.


Disfrutar,

la lluvia.

Lo que a uno le puede causar alegría, a otro le provoca malestar, o inestabilidad.
También ira, porque le destierra de su comodidad diaria, aún estando en su propia incomodidad de no tener claro ni qué hacer, ni el disponer a cómo hacerlo.

Cuando juzgamos hacemos algo similar, jugar sin saber.

Expandimos así la ignorancia, porque escupimos la rabia interna y la volcamos hacia lo que hablamos.

Lo hacemos por el simple hecho de decir, sin saber, sin conocer. Y realmente hemos estado mezclando todo, junto con nuestros sentimientos que permanecen ocultos.

Palabras.
Letras.
Manifestaciones que haces para que sean creídas, e incluso tú te las quieres creer.

Se refieren a lo que hablas sí, parecen coherentes a los hechos, pero hablan de ti, aunque jamás quieras reconocerlo.

Juzgar es hablar de algo, sin realmente saber, de qué se trata.

Levantar la mirada para verte más allá de lo que dices, y lograr descifrar tu intimidad, contigo mismo, es la elevación que necesitas para empezar a ser tu mejor versión. Tu mejor compañía cada día.

¿Estás preparada para ello?
Quizá, tengas que dejar cosas o personas a lo largo del camino.

Mensaje Espiritual canalizado por Asun Adá Gracias por compartir la #Canalización sin ser modificada #enAmor


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