Se parecen, aunque se confunden.
Pensamos en cosas y sí, tal esos pensamientos, y más cuando le concedemos demasiada atención y dedicación se llevan a cabo, los consigues.
El hecho de creer, es tener claridad en lo que piensas, aunque sea errado como tal, no da certeza de que sea cierto. Simplemente crees en algo, o algo.
Y luego está la fe, que es cuando sabemos que todo va a ser de la mejor manera para nosotros. Puedes pensar, creer y demás, pero ante las circunstancias, será la fe en ese proyecto el que te lleve por el camino a seguir.
Si confías en ti, tienes fe en ti.
Entonces tu fuerza y poder de superación, de valentía, de compromiso contigo. Te darán resultados acertados, a cómo vives este momento.
Porque es en este equilibrio que podrás materializar lo que pretendas, siempre que tengas claridad en qué quieres. Sino, será como ir dando tumbos sin saber hacia dónde vas.
Los pensamientos que tienes, aunque empiezan así, puedes ir dándole la forma que te apetece, se podría decir que es un soñar despierto, en el que das enfoque y terminas por crear esa realidad.
La vida no se escapa de ti, tampoco quiere que sufras, ella quiere que seas libre para ser tú, para descubrirte realmente y que sigas tu camino.
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