Quién se conoce tanto, y es sincero, como para saber que eres tú quien crea tu realidad.
Solemos echar las Culpas a otros, ya sea a Dios o a otros, y si la vida nos muestra la cara compleja de algo, decimos que algo ha pasado para que así sea, que no hemos sido nosotros los que así lo hemos provocado.
Cuántas veces nos preguntamos desde el corazón, reparando en cómo nos sentimos, en cómo nos expresamos y nos abrimos al mundo.
¿Por qué a mi? Nos preguntamos.
En silencio o a gritos expresamos lo que llevamos dentro y entonces, decimos que somos buenísimos porque hemos logrado lo impensable, y cuando sale al revés, nos sorprendemos con que el mundo va en contra…
Y resulta que todo se suma. Que tras esa manifestación de lo que calificamos como “malo”, indistintamente de haber culpado a otros o no, logramos ver la luz.
Obtenemos la respuesta a años de preguntas.
Y a ti ¿Te pasa alguna vez algo así?
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