Miramos, pero no vemos.
Observamos sin captar la realidad.
Juzgamos lo que hacen otros, aunque creemos que somos los buenos de la película. Nos creemos diferentes por no juzgar, aunque solo es, que no lo vemos.
Nos resulta fácil hablar. Expresar nuestra opinión nos hace vernos ampliamente. Como para que sepan que estamos ahí. Y aunque no nos demos cuenta, nos resulta incómodo que alguien se exprese con libertad.
Juzgamos. Opinamos sobre ello, sin entender que en realidad, le estamos juzgando también, y justamente es lo que le reprochamos.
Somos espejos, aun sin ser conscientes.
Si algo que escuchas, lees o ves te molesta, hace que te incomodes, entonces realmente pregúntate qué te pasa para que tu reacción sea la que tienes.
¿Qué te molesta, que alguien se exprese como y de lo que quiere, o que tú no lo hagas? ¿Te sientes libre para reaccionar, y crees que eres mejor que otros? ¿Ves lo que haces, o sólo miras fuera?
Puede ser que no sea ninguna de estas variables, claro está, la cuestión es que llegues a tu interior y te respondas honestamente.
He escuchado un montón de historias sobre lo que hago. Respuestas, preguntas y mi conclusión, según cómo lo siento, es que queremos ser libres y expresarnos, a la vez que nos imponemos. Damos nuestros pensamientos o creencias como las buenas, aunque nos parece que estamos en otro lado, mirando desde otra perspectiva y que no somos como los demás. Consciente o inconscientemente nos vemos más evolucionados.
Me pregunto en qué faceta podemos vernos y si lo somos en realidad.
¿Crees ser mejor que yo, o alguien que no seas tú?
Independientemente a esa respuesta, a una pregunta que no me hago, considero que cada uno de nosotros estamos aquí para desempeñar su papel, y sí, yo estoy en el mio. Feliz de hacerlo. Consciente de mi presente y entrega que una vez, decidí.
Y sí, me ha costado una vida de muchísimos procesos por solventar, pero esos, son para otra ocasión.
Mi labor es comunicar, llegar a unos y otros y cada quién obtiene una reacción, la que le corresponde. La que quiere. En ningún momento pretendo que lo que transmito, sea algo a hacer, un patrón a seguir, una tarea única, o ese camino que es así porque lo digo yo, jajaja, ni yo misma me haría caso. Y por mi parte sería sumamente egoísta si pretendiese algo parecido.
Por qué cuesta entender, que vale tanto tu verdad, como la del otro.
Los mensajes que me llegan y que transmito, salen de mi como instrumento de uso, pero también podrías ser tú quién de hacerlo, si tu cometido es este, como el mío, entonces adelante, hazlo y ábrete al mundo para que podamos recibirlos.
Tampoco son personales, cierto que sé que resuenan con aquella o aquellas personas a las que sí van destinados, según hasta lo que ellas mismas me comunican. Y es por eso, que no vibra para mi lo que alguien pueda expresar hacia mi persona, conforme a lo que hago, porque Yo Soy uno de los canales que está al servicio del bien común, y para poder ayudar a que cada quién, resuene a su manera en su despertar, en su consciencia, en su proceso de vida.
Es genial cuando todos y cada uno podemos tomar la decisión de expresar lo que sentimos, lo que en este momento necesitas decir.
Así es cómo resulta mi trabajo diario, hecho desde el Amor al otro. Mi único propósito es poner luz donde se necesita y que tú, dispongas de esa opción para sentir que no estás solo, que el mundo es maravilloso, aunque cada día tengas que pasar por momentos menos gratos. Saber que es posible, ayuda al caminar personal desde las experiencias que cada uno decide experimentar.
Eres, somos, los creadores de nuestra realidad. Tú decides siempre por dónde caminar.